lunes, 17 de junio de 2013

El Dios y la Diosa

Cuando hablamos de donde vienen nuestras creencias nos remontamos en la era del paleolítico, donde los humanos eran politeístas. Ellos creían que cada fenómeno de la naturaleza era atribuida a un dios diferente. En esta época, para poder sobrevivir, lo más importante era poder cazar para comer y reproducirnos para poder cazar mejor. Por eso, los dioses más importantes para nosotros eran el dios de la caza y la diosa de la fertilidad.
El Dios de la caza era representado con cuernos ya que casi todos los animales que se cazaban llevaban astas. La Diosa nos la encontrábamos representada con grandes senos y vientres abultados como si estuvieran embarazadas para resaltar las partes más importantes de la fertilidad (La Venus de Willendurf).

En Wicca, nos basamos bastante en estas creencias. Nosotros rendimos culto a la tierra, al sol, la luna y en general a la naturaleza, porque ella es la que nos ofrece las condiciones para poder vivir. Para ello dependemos de una parte masculina y otra femenina para que pueda haber un equilibrio, esto lo encontramos en todo lo que nos rodea.
El nombre de los dioses en la Wicca es de libre elección, cada uno puede llamar a su Dios y Diosa con el que se sientas mas identificado. Puedes utilizar el panteón que mas te atraiga, con el que mejor te identifiques. Personalmente yo utilizo el nombre de Cernunnos para el Dios (tradición gardneriana) y Aradia (diosa de las brujas) para la diosa. Aunque también les suelo llamar Padre y Madre. 
Investiga sobre la mitología y descubre con cual te sientes más identificado/a. Da igual el nombre, ellos saben que estamos hablando con ellos.



La Diosa:

Es la madre universal, fuente de fertilidad, infinita sabiduría y caricias amorosas. Como es conocida en Wicca, a menudo tiene tres aspectos: la Doncella, la Madre y la Anciana, simbolizados en la Luna creciente, llena y menguante. Ella está a la vez en el campo no arado, la plena cosecha y la tierra inactiva cubierta de escarcha. Da vida y abundancia. Pero al ser la vida su regalo, ella presta con la promesa de la muerte. Esto no es oscuridad y olvido, sino descanso de las duras labores de la existencia física. Es la existencia entre encarnaciones.
Ya que la Diosa es naturaleza, toda la naturaleza, es tentadora y anciana; el tornado y la fresca lluvia de primavera; la cuna y la tumba.
Pero, aunque ella posee las dos naturalezas, los seguidores de la Wicca la veneran como portadora de fertilidad, amor y abundancia, y sin embargo le reconocen como su lado oscuro. La vemos en la Luna, el mar insondable y siempre en movimiento y en el verde crecimiento a comienzos de la primavera. Ella es la personificación de la fertilidad y el amor.
En la Wicca se usan muchos símbolos para representarla y honrarla, tales como el caldero, la copa, flores de cinco pétalos, el espejo, collares, conchas marinas, perlas, plata, esmeralda....
Sus criaturas son: conejos, búhos, gatos, perros, murciélagos, gansos, delfines, leones, caballos, reyezuelos, escorpiones, arañas y abejas.
Fuente:
Wicca, Scott Cunningham

El Dios:

Vemos al Dios en el Sol, brillando durante el día, saliendo y ocultándose en el interminable ciclo que gobierna nuestras vidas. Sin el Sol no podríamos existir; por eso ha sido venerado como la fuente de toda vida, el calor que revienta las durmientes semillas y les da la vida, y acelera el verdor de la tierra después de que pasa la nieve del invierno.
El Dios también cuida a los animales salvajes. Como el Dios cornudo, es a veces visto con cuernos en la cabeza, simbolizando su relación con estas bestias. En tiempos primitivos, se creía que cazar era una de las actividades regidas por el Dios, mientras la domesticación de animales era vista como una labor orientada a la Diosa.
Lo
s dominios del Dios incluyen bosques no tocados por la mano humana, desiertos ardientes y montañas muy altas. Las estrellas, siendo soles distantes, son aveces considerados como parte de tales dominios.

Los símbolos que se utilizan para honrarlo son la espada, cuernos, lanza, oro, diamante, la hoz, la flecha, la varita mágica, el tridente y el cuchillo.
Sus criaturas sagradas incluyen el toro, el perro, la serpiente, los peces, el ciervo, el dragón, el lobo, el cerdo, el halcón, el tiburón y la lagartija.
Fuente:
Wicca, Scott Cunningham



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